Medición general versus ahorro particular
Conozca en qué consiste el cobro del servicio de aseo, teniendo en cuenta aspectos como la medición, el reciclaje, algunas características de regulación de este servicio y la visión de la Superintendencia de servicios públicos domiciliarios . Nota actualización: Las Resoluciones CRA 351 y 352 de 2005, seguirán vigentes solo para prestadores con menos de 5.000 usuarios a partir del mes de enero de 2016.
Las metodologías tarifarias de los «utilities» o servicios públicos, se caracterizan por tratar de compensar la eficiencia económica con la viabilidad financiera y a su vez tratar de garantizar el acceso o disponibilidad de estos servicios a la población ofreciendo tarifas accesibles. Lo anterior es la intención primaria de un regulador, usando una metodología que permita tener un sistema de medición para aumentar o disminuir los cobros de la factura en función del consumo individual. Sin embargo, no todos los servicios resultan ser tan exactos y fáciles de medir y éste es el caso del servicio de aseo en Colombia.
La comisión de regulación de agua potable y saneamiento básico CRA, reguló el cobro de tarifas del servicio público de aseo por medio de las resoluciones CRA 351 y 352 de 2005 y dispuso que cada empresa que preste el servicio tendrá un costo techo o costo máximo por cada una de las actividades que componen el servicio (Barrido y limpieza BYL, recolección y transporte CRT, transporte por tramo excedente CTE, disposición final de residuos CDT, costo de comercialización por factura cobrada al usuario CCS). A cada uno de estos costos se le asocia la producción de residuos por usuario para transformar cada costo expresado en $/ton, en pesos de un periodo y así realizar el cobro a los usuarios, sin embargo no existe un sistema de medición exacto para los usuarios y por ende el cobro es promediado.
Algunas de las soluciones dadas por el regulador a este problema se resumen en:
- Si usted es un usuario y puede ser sujeto de aforo o peso de los residuos generados, su cobro tarifario estará en función de la producción de residuos y el problema quedará resuelto. Esta opción generalmente es para grandes generadores y las categorías no residenciales.
- Ser parte de un grupo de usuarios, como conjuntos residenciales, quienes pueden acceder a la opción tarifaria denominada «multiusuarios» por medio de la cual se pesan los residuos producidos y se factura con base en este aforo.
Sin embargo, no es posible realizar aforo a todos los usuarios ya que las viviendas particulares no generan la suficiente cantidad de residuos como para solicitar el aforo. Así, con lo anterior, ¿Qué opciones le queda a un usuario residencial para que se le cobre únicamente lo que produce? ¿Vale la pena reciclar para reducir su tarifa? ¿O simplemente debería reciclar como una alternativa ambiental?
Veamos la posición institucional de la Superintendencia que se relaciona con estas preguntas:
Un suscriptor residencial -que no sea sujeto de aforo- no podrá disminuir su tarifa simplemente realizando separación en la fuente o reciclaje ya que esto no le va a contar individualmente al momento de liquidar la factura, entonces ¿cuál es la solución?
Son las toneladas transportadas, recolectadas y dispuestas en un relleno sanitario las que cuentan para liquidar las tarifas, sin embargo a quienes se les afora, les cuentan únicamente su propia producción y así se les liquida su factura; por otro lado, aquellos usuarios residenciales que no son agrupados y que por lo tanto no solicitan aforo o pesaje de sus residuos, se les cobra con un promedio de producción de toda la ciudad o municipio, siendo esta forma de cobro la razón fundamental para que las tarifas no se reduzcan.
En consecuencia, las facturas de quienes no son aforados bajarán progresivamente si son cada vez menores los residuos que se producen en la ciudad y que se transportan a un relleno sanitario; esta reducción se puede lograr con el aprovechamiento de muchos usuarios y no de unos pocos. Por estas razones expresadas, es muy importante que exista conciencia colectiva sobre el aprovechamiento, no sólo como una medida que pueda lograr reducir las tarifas que se cobran por el servicio, sino por tener una conciencia ambiental de nuestro mundo y lo que dejaremos para futuras generaciones.
Es de aclarar que lograr tasas de aprovechamiento cercanas al 50% de los residuos, es una tarea muy difícil y más cuando en Colombia la composición de los residuos es mayoritariamente material orgánico, así que no es posible aprovechar todo el material y por lo tanto lograr el ideal de «Basura cero» se convierte en utopía, hecho que implica que no se pueden esperar grandes reducciones en materia de tarifas.
En conclusión, la metodología tarifaria actual permite reducir las tarifas a los usuarios solamente si éstos actúan en grupos para que sus residuos sean aforados, pero no para aquellos usuarios individuales que no son aforados. Si usted como usuario y suscriptor residencial no agrupado del servicio de aseo, desea reducir su tarifa y no produce lo suficiente para ser aforado, deberá simplemente separar los residuos y tener la esperanza de que los demás lo hagan, sea por razones ambientales o económicas y con el tiempo, solamente a largo plazo, su factura podría disminuir, asumiendo que el resto de la comunidad tome conciencia, no solo económica sino ambiental, nunca alcanzando el ideal de «basura cero» como en ocasiones se proclama.
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